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Cazadores del Mosquito del Dengue y Chikungunya

Revista InvesRed

Mérida, Yucatán, Septiembre 2015

Un mosquito desconocido, el Toxorhynchites, también llamado “mosquito elefante” y “mosquito carnívoro”, podría ser nuestra arma secreta contra el Aedes aegypti. Se trata de una especie de gran tamaño que, según algunos sitios científicos, no pica a humanos, por lo que a estos mosquitos, es mejor cuidarlos, no matarlos, ya que son depredadores de la especie que transmite el dengue y el chikungunya.

Toxorhynchites

El Toxorhynchites es de mayor tamaño que los mosquitos comunes y tiene manchas en las patas. Debemos aclarar que hay numerosas especies de este mosquito (más de 100), para que puedan ser diferenciados, que el mosquito Aedes aegypty es de menor tamaño que los comunes. Así que, aunque ambos tienen manchas en las patas, uno es pequeñito y el otro enorme: el Toxorhynchites es el más grande del mundo.

Según Phil Lounibos, del Florida Medical Entomology Laboratory d ela University of Florida, sus investigaciones sobre Toxorhynchites rutilus con referencia al control biológico de mosquitos habitantes en recipientes dio alentadores resultados. Demostró reducción de mosquitos en huecos de árboles, atribuida a depredación del Toxirhynchites. Esta especie es incluso caníbal con sus hermanas si no tiene otras especies que comer. También se alimenta de artrópodos terrestres. Las larvas de Toxorhynchites son grandes, depredadoras, y se desarrollan en recipientes naturales, dice el estudio de Lounibos.

Ejercen control biológico al alimentarse de larvas de otros mosquitos de importancia médica. Entre ellos, el mencionado vector transmisor del dengue y chikungunya. Llegan a medir 24 mm de longitud. Son de actividad diurna, preferentemente crepusculares.

En México, el estado de Tamaulipas se han realizado investigaciones y se a utilizado al mosco elefante como medida natural de control del mosco Aedes aegypty.

Científicos de Tahití, Colombia y Hawai descubrieron la supervivencia nula del larvas de Aedes aegypti en contenedores donde estaba presente el copépodo Mesocyclops aspercornis. Los copépodos son pequeños crustáceos ecológicamente distintos de los demás invertebrados que se alimentan de larvas de mosquitos. Si las larvas son numerosas, los copépodos comen solo una pequeña parte de cada larva, lo cual le permite a cada copépodo matar entre 30 y 40 larvas cada día, un número muy superior al que realmente comen.  De mayor importancia son sus altos números. Los copépodos se alimentan de pequeños animales hasta dos veces más grandes, pero también comen fitoplancton, protozoarios y rotíferos –una dieta que brinda suficiente alimento para convertir a los copépodos en los depredadores más abundantes de la mayoría de los hábitat acuáticos. La capacidad total de una población de copépodos para matar larvas de mosquitos, es enorme. La mayoría de los copépodos son demasiado pequeños (entre 0.3 – 1.2 milímetros de longitud) para cazar hasta la más pequeña de las larvas de mosquitos. Pero el Mesocyclops aspericornis y otras especies mayores (1.2 y más milímetros) atacan y consumen larvas recién nacidas sin titubear. Aproximadamente un 10 por ciento de las aguas donde se pueden reproducir los mosquitos tienen poblaciones naturales de Mesocyclops u otros copépodos mayores, los cuales drásticamente reducen la supervivencia de las larvas de mosquitos.

copepodo

Lo mismo que sucede en la naturaleza puede lograrse introduciendo a especies indicadas de copépodos a sitios que los carecen. Este principio se aplica no solo a contenedores donde se reproduce el Aedes aegypti, sino también a hábitat acuáticos donde se reproduce el mosquito Anófeles que transmite el paludismo. Las larvas de mosquitos con paludismo son escasas en hábitat que contienen poblaciones naturales de especies mayores de Mesocyclops. Los Anófeles desaparecieron al introducirse Mesocyclops a arrozales y pantanos de Louisiana, en EUA. Lamentablemente el potencial de Mesocyclops para controlar el paludismo no se ha desarrollado porque las agencias encargadas de controlar el paludismo han abandonado sus esfuerzos por controlar los mosquitos. Actualmente el control del paludismo se basa casi exclusivamente en farmacéuticos cuya efectividad a largo plazo es dudable debido a la abundante resistencia entre los parásitos que causan la enfermedad.

El desarrollo del control de dengue con copépodos ha sido mucho más exitoso porque son eficaces y fáciles de usar en los contenedores donde se reproduce Aedes aegypti. Es inusual que los copépodos invadan contenedores antropogénicos por su propia cuenta; pero prosperan al ser introducidos, independientemente del abasto de larvas de mosquito. Las poblaciones de copépodos pueden variar entre cientos en una llanta y miles en una cisterna. Las especies mayores normalmente matan a más del 99 por ciento de las larvas de Aedes aegypti, y sobreviven en el contenedor mientras éste contenga agua. Aún sin agua pueden sobrevivir mientras el ambiente permanezca húmedo.

Mesocyclops longisetus

El ciclo de vida sencillo de los copépodos y su capacidad para prosperar en una dieta de protozoarios permite que su producción masiva sea fácil y económica. El sistema de producción utiliza bacterias sobre trigo en descomposición como alimento para un pequeño protozoario (Chilomonas) que a su vez sirve de alimento para copépodos juveniles y otro protozoario mayor (Paramecium caudatum) que a su vez es alimento para los copépodos adultos. El sistema es sencillo, barato, altamente resiliente y funciona en contenedores abiertos de cualquier tamaño y forma. Cien hembras adultas producen aproximadamente otras 25,000 hembras adultas en un mes. Las hembras son inseminadas durante su adolescencia y no requieren de más contacto con los machos para seguir produciendo entre 50 y 100 huevos por semana durante el resto de su vida, que dura varios meses.

Una vez que se conoció la efectividad de los copépodos, se iniciaron investigaciones en Australia, el sudeste Asiático y las Américas para identificar las mejores especies de copépodo y cómo utilizarlas para el control de larvas de mosquito. Siempre hubo especies disponibles localmente porque existen naturalmente especies suficientemente grandes para comer larvas de mosquito en todas las regiones donde el Aedes aegypti es un problema. Mesocyclops aspericornis es la especie más eficaz en Polinesia, Australia y partes de Asia. Mesocyclops longisetus, la especie de Mesocyclops más grande del mundo, resultó ser la más efectiva en las Américas.

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Existen algunos otros seres vivos que se alimentan de las larvas del moquito, tales como los peces y algunas especies de plantas carnívoras. Ahora es tarea de los centros de investigación de nuestro país, el encontrar o validar si alguna de estas soluciones son válidas en cada entidad federativa. Las autoridades, deberán asumir un rol de liderazgo en la asignación de recursos, así como en la implementación de programas de prevención y control del dengue y chikungunya, evaluando la posibilidad de utilización de medias de control naturales, tales como las que hemos mencionado en el presente artículo.

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